Hospitalidad lingüística

H. R. Aquino Cruz

Desde muy temprano en sus infancias, a las mujeres se les enseña a jugar a ser madres. Cuidando pequeños bebés de plástico y tela con los que nacen sueños, promesas pero, sobre todo, un “destino biológico” impuesto: dar, un buen día, a luz una nueva vida.